Decepcionada. Pero no del mundo; estoy decepcionada de la gente que en él habita. De ver que viven, que vivimos como gusanos atrapados en una lata; como encerrados. De ver la impotencia de las masas. De que se halla perdido el valor, las ganas de trabajar para construir un mundo mejor; de que tengamos miedo de pelear, miedo de hablar, a reclamar, a buscar LA justicia social.
Decepcionada de que seamos una sociedad, un pueblo que olvida todo TAN fácilmente. Harta de todo esto. ¡Por Favor! ¿Dónde quedaron todos aquellos sueños de libertad? ¿Y dónde están esas personas que querían cambiar el mundo? ¿Por qué ya nadie piensa en nadie más que en sí mismo? ¿Qué es lo que nos pasó? ¡Despierten! ¡No nos dejemos esclavizar de esta manera!
Y no me vengas con ese estupido "sentimiento nacional". Esas cosas no le sirven a nadie más que a los políticos. Mejor hablemos de sentimiento humano. Si a fin de cuentas, todos sentimos, todos amamos-sufrimos por igual.
Démosnos cuenta de que nosotros tenemos que construir el presente para obtener un mejor futuro. Si seguimos así, no vamos a llegar a ninguna parte; y nuestros hijos no van a ser más que otros tristes gusanos.