miércoles, 29 de mayo de 2013

Albóndigas veganas

Ingredientes:
1 taza de soja texturizada
1/2 cebolla picada
1 diente de ajo
Especias (pimentón dulce, ají molido, orégano, perejil, albahaca, cúrcuma, comino, etc.)
Salsa de soja (opcional)
Semillas de sésamo negro (opcional)
Aceite C/N
Puré de tomates o salsa casera de tomates C/N
Harina (en lo posible, integral)
Pan rallado o salvado de avena

Procedimiento:
Poner la soja en un recipiente, cubriéndola totalmente con agua a temperatura ambiente. Dejar hidratando por 15-20 minutos.
Enjuagar y escurrir. 
Poner en un bowl la soja, las especias, la mitad de la cebolla picada, las semillas de sésamo, medio diente de ajo picado, un chorrito de salsa de soja, un poquito de harina, y el pan rallado o salvado de avena. Mezclar bien, con las manos, de la misma manera que se preparan las albóndigas tradicionales. A esta mezcla se le puede agregar también un poco de mostaza para realzar el sabor.
Formar bolitas del tamaño que prefieras (cuanto más pequeñas menos tiempo de cocción requieren).
Rehogar la cebolla con el ajo, agregar la salsa y un poco más de aceite.
Poner las albóndigas en la salsa, y hervir hasta que estén cocidas. (Las albóndigas de mediano tamaño tardan alrededor de media hora, o 20 minutos en cocinarse, si no estás segurx de si están listas, partí una al medio y probá si están).


(Yo las hice con fideos ♥)

viernes, 17 de mayo de 2013

Orientación vertical


Cuando el suelo abandona el terreno de X, pasando a una nueva dimensión ascendente en vertical, todo se ve de otra forma. Mi ventana está en una Y constante; a través de ella puedo observar cómo el agua de la fuente ya no es la misma tampoco, mutó en oleadas, charcos, escupitajos y pisadas de baldosas mojadas de brillantina dorada que se mezcla con partículas de otros colores más, provocando en mí un efecto extraño, que aún no aprendo a manipular ni controlar, como pudiera controlar algún objeto cotidiano, por más que al principio éste no haya sido familiar ni mucho menos para mí. Llueve brillantina, hace un poco de frío y esto no me molesta, porque el viento ahora es rosa y constante acá.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Brillantina & el metalofón

Soniditos que parecen gotas que parecen destellos que parecen brillantina que parece estrellarse contra algo que parece una cosita de metal que parece un metalofón que parece sonar como cuando cantás y mi cuerpo parece brillantina que parece una gota que parece música que parece romper mi aura que parece vibrar como una piedrita estrellada contra algo que parece un charco de agua.

lunes, 13 de mayo de 2013

Me pintó compartirles una receta



Mafins salados


Ingredientes:
Harina: 1 y 1/2 kilo
Polvo de hornear: 1 cucharada y media (al ras)
Sal: 1 cucharada y media (al ras)
Azúcar: 1 cucharadita (al ras)
Aceite: 1 pocillo y medio
Pirotines
Muzzarella: 500 gr.
Tomates: 500 gr.
Aceitunas: 100 gr
Albahaca

Procedimiento:

Mezclar harina, polvo de hornear, sal, y azúcar. Añadir agua y aceite, batir hasta lograr un punto letra. Colocar la preparación en los pirotines, llenando sólo la mitad de éstos. Aparte, picar en cubitos el tomate, queso, y aceitunas. Colocar en el centro de los pirotines, ya con la preparación, algunos trocitos de queso, tomate, aceitunas, y albahaca a gusto. Llevar a horno moderado por 20 minutos; pasado este lapso, ir revisándolos hasta que estén debidamente cocidos.

Para 70 aprox, calcular menos si es para un día normal.

-me robé la foto de google-

jueves, 9 de mayo de 2013

Bloc de notas parte II


Escribir o morir; el que haya pasado alguna vez por donde estoy ahora sabrá comprenderme. Hace un tiempo me prometí no hacer declaraciones escritas antes de que las ideas estén debidamente estructuradas. Pero la verdad es que la necesidad de escribir me llevó en su momento a hacerlo de manera tan impulsiva y momentánea, si se quiere, y es la misma que me lleva a estar frente a el Bloc de notas en esta madrugada de jueves.
Balanceo. Me mantengo en estado dubitativo, sin caer hacia ninguna parte. Ensayando posibilidades, evitando regresar sobre lo marchito. ¡Ordeno un electrocardiograma ahora mismo!, para que me ayude a explicar gráficamente el flujo de mi energía. La necesidad de la exposición visual es algo que asumí hace tiempo como una característica mía, más allá del análisis superficial del contexto sociocultural en el que estoy arrastrándome como una babosa en la bañera. Me enredo en mis palabras, me mareo por causa y consecuencia de mis propios movimientos mentales.
Algunas reflexiones más antes de desayunar:
 Desde que uso el Facebook correctamente publico más estupideces y uso menos el blog. Reflexiones mentales del día a día plasmadas en forma de caracteres. Todo el tiempo se trató de eso, ¿cómo pude haberme olvidado? 
 Mis caídas a la realidad están siendo muy violentas, eso me asusta un poco, aunque no sé bien si es de miedo la sensación, se parece más al vértigo en realidad.
 Estoy cada vez más conforme con las cosas que produzco, me siento en constante avance. Eso me pone bien y se genera un ciclo de retroalimentación de la energía propia (menos mal que todavía tengo mis rollos de película, telas, pinturas y a Roberta).
 Ciertas cuestiones me dan vueltas por la mente varias veces al día y me ponen un poco incómoda, especialmente por el hecho de que son preocupaciones vacías, o al menos innecesarias en esta ubicación temporal. Relajarme es la salida, pero no es tan fácil como pinchar un flan y que al pincharlo éste se transforme en nube de papel maché desinflándose como un globo de aire en extinción en una secuencia de imágenes animadas.

Este escrito tiene final abierto por su carácter de entrada de diario íntimo, aunque de íntima tiene lo que una orgía de innovadora.

martes, 7 de mayo de 2013

Coma (punto seguido y aparte).


De pronto, un golpe abrupto en forma de lágrimas. Una jugada fuerte dio paso a la primer bocanada de aire, después de sobrevolar la superficie en un coma que parecía ser eterno. Entonces todo se esclareció. Y es verdad, el lugar es el mismo.
Tambalear; brillar y nunca naufragar suena como algo fácil si se lee en una pared de piso doce. Pero en semejante altura es difícil sentir el suelo real. Es ahí cuando entran en juego los factores externos. Es ahí donde desperté, bajando de un trance que duró meses, y aunque desconfío estar en superficie segura, el vértigo ahora es menor y no tengo miedo de esto.