sábado, 21 de noviembre de 2009

どのように私はあなたを欠場!(Cómo te extraño...)

No sé muy bien qué decir, tampoco qué hacer... pero sé lo que siento ahora. No puedo ver mis brazos, aunque siento su peso. Veo mis piernas, pero no quiero sentirlas. Siento un intenso dolor en el pecho, como con un puñal clavándose en mí. Me invaden las mismas viejas notas agridulces de melancolía que me invadían ayer. (cómo te extraño...)
Estoy al borde. En el borde de la línea que nos separa. Quiero cruzarla, pero... ¿debería? ¿No sería eso dar un paso atras? No sé.
Con vos divagaba entre mi cielo y mi infierno. Tenía a mi princesa de cristal, pero siempre esperé a mi hada madrina. Debí de haberlo sabido, la perfección no existe, siquiera en los cuentos de hadas. (¡Cómo te extraño!)
El 34 es un número muy especial... pero el 47 siempre aparece y me arrastra a vos; atrae una y otra vez tus fantasmas hacia mí. Debe ser por eso que odio las matemáticas. (Mierda, te extraño.)

jueves, 5 de noviembre de 2009

Liberación!


El hombre puede llegar a hacer, -y ciertamente hace- cosas estúpidas, aunque supongo que está en su naturaleza. Pero una de las cosas que considero imperdonables es el maltrato animal. No hay cosa mas estúpida, insensible, descarada e injustificada que maltratar a otros animales (sí, porque algunos no se acuerdan que el humano también es un ANIMAL) por el sólo hecho de que sean de otra especie. Los animales no fueron creados para servirnos a nosotros. No fueron creados para ser metidos y sometidos en un laboratorio, no están en este mundo para ser víctimas de horribles torturas que, a fin de cuentas, no sirven para nada de lo que afirman "los que saben". Los animales sienten, piensan, sufren, al igual que todos nosotros... por eso, abran los ojos de una vez y vean lo absurdo que es esto.