Salgo a tomar aire, pero el aire ahora, el aire acá es tóxico. Abro mis alas, pero ellas sólo se contaminan más y más.
Entonces... ¿qué debo hacer?
Olvidar, olvidarme por un momento de la pudredumbre de este lugar y volar hasta encontrar aires puros, aires frescos y sanos. Aires purificantes, donde al fin pueda respirar y hallar la tan codiciada paz interior. Debo olvidar, para así poder recordar los motivos de mi felicidad y recuperar mi preciada
libertad.
♥