
Es sábado otra vez. Tarde de sol, viento de abril. Estoy llegando un poco tarde, como siempre. Viajamos en el mismo colectivo blanco y azul. Y me das la mano, me regalás tu calor. Te extrañé, sabés? Aprovechamos que el semáforo nos paró unos segundos, un beso de miel.
Sé bien que no soy la mejor, pero hago lo que puedo, quiero hacerte bien a vos, quiero que te quedes conmigo. Sos mi compañera y no quiero que dejes de serlo nunca. Quiero comer miles de pizzas y mirar miles de películas lindas y dormir miles de noches más a tu lado, y quiero acariciar a tu perra para después echarla despacito de la cama porque no entramos las tres (aunque siempre vuelva a subir).
Quiero seguir con esto, porque sin todas esas cosas, sin vos, mi vida vuelve a ser como antes de conocerte. Aunque a veces me olvide, lo mejor que me pasó en la vida fue conocerte, Zhi.
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